El señor con bigote estaba plantificado en mitad de la tarima. A pesar de lo complicado de la situación era incapaz de borrar esa sonrisa bobalicona de su cara. Escarbó en su bolsillo y sacó una servilleta de papel arrugada que colocó meticulosamente sobre el atril. Aclaró su voz y con una mezcla de desgana y prisa por acabar anunció con sonrisa postiza: "Buenas noches señoras y señores. En primer lugar quiero felicitar a todo el mundo ya que, una vez más, la FIESTA DE LA DEMOCRACIA que representa toda jornada electoral ha transcurrido pacíficamente. Voy a ser muy sincero con todo ustedes. Desde el Partido X no podemos decir que HEMOS GANADO ESTAS ELECCIONES. Aunque no HEMOS SIDO LOS VENCEDORES, puedo decir que HEMOS CONSEGUIDO UN RESULTADO EXCELENTE. Ya saben que a mi no me gusta hablar de los otros partidos. El Partido Y ha conseguido más votos, no lo voy a negar, aunque esa no es la cuestión principal. Lo que en realidad DEBE PREOCUPAR a sus dirigentes es la PÉRDIDA DE VOTOS que ha experimentado respecto las últimas elecciones. La GENTE DE BIEN de este país estamos convencidos de que la DERIVA ideológica que ha tomado el Partido Y ha sido la causa principal de este CASTIGO ELECTORAL. Si la HEMORRAGIA de votos no se detiene, les puedo decir con TODA SEGURIDAD que en las próximas elecciones el Partido Y SUFRIRÁ UNA DERROTA sin paliativos. Muchas gracias por su atención y muy buenas noches." El señor con bigote replegó la servilleta y se la metió de nuevo en su bolsillo mientras bajaba de la tarima entre los aplausos de los, cada vez más escasos, parroquianos.
La escena se repitió por todo el país: más hombres con bigote, mujeres de mediana edad perfectamente peinadas y enjoyadas, jóvenes de aspecto falsamente desaliñado, americanas de pana consumiendo sus últimas horas antes de volver a la celda del armario hasta la próxima campaña electoral, trajes italianos pagados no se sabe muy bien como, gafas de pasta, pegatinas y globos de vivos colores....
Mientras, Jaime y Elvira apagaban la tele. La función, al fin, se había acabado. Por delante, unos meses de tranquilidad hasta que el circo volviese de nuevo a la ciudad. Jaime se acababa de lavar los dientes y Elvira ya estaba leyendo una novela en la cama. Cuando Jaime se metió en la cama se quedó mirando fijamente a Elvira y le preguntó indignado: ¿Pero realmente éstos se creen que somos tan idiotas?
Como muchos ciudadanos, yo también he sufrido la última campaña electoral estos días. Hasta ahora, me resultaba un pequeño suplicio aguantar día tras día el bombardeo de mensajes por tierra, mar y aire (o mejor por tele, prensa y radio) al que nos someten implacablemente los políticos y sus partidos en época de elecciones. Pero esta vez la cosa ha sido distinta. Tal vez se deba a que casualmente estos días estoy leyendo un libro sobre los secretos de Obama como comunicador (Obamas's Secrets: How to Speak and Communicate with Power and a Little Magic) o tal vez no. Lo importante es que me he dado cuenta de que la mayoría de los políticos que han aparecido estos días en los medios, salvo honrosas y destacables excepciones, han mostrado un nivel de oratoria insuficiente, tirando a muy deficiente. Clichés más que gastados, falacias de nivel elemental, escaso uso (¿por desconocimiento?) de figuras retóricas para embellecer el discurso.....pobre, bastante pobre. Pero por lo que veo (y ahí radica la cuestión), todavía efectivo.
Es entonces cuando me planteo qué podemos hacer como ciudadanos para defendernos de las burdas artimañas de algunos trileros. ¿La respuesta? Formación. En muchos países, especialmente en el mundo anglosajón, las habilidades para la comunicación, el discurso, el debate y la retórica forman parte del programa de estudios de muchos colegios, institutos y universidades. Existen concurso y competiciones a todos los niveles en las que los estudiantes deben aprender a analizar un discurso, a darse cuenta de los recursos que se han utilizado, a elaborar una réplica, a señalar una falacia y desmontarla, en fin, a ser capaces de volver a la plaza pública para escuchar y también ser escuchados como en la antigua Grecia (por cierto, cuna de nuestra democracia ). Creo que ha llegado el momento de ponerse manos a la obra. Nos merecemos algo mejor, ¿verdad?.

Estic completament d'acord amb vostè sr. Guarinos. Diuen que tenim el que ens mereixem, però trob que ens mereixem que sigui molt millor. La manca de formació, de discurs, l'arrogància, el convertir l'anècdota en campanya... Tot plegat un despreci als ciutadans.
ResponderEliminarPer aquest motiu és necessari possar-hi solucions. Ja ha arribat l'hora d'exigir un millor tracte. Farts de "trileros".
ResponderEliminarJo tb crec que si hauria de fer alguna cosa,no estic disposat a acceptar que aquests"trileros"ens amarguin l'existencia i molt menys amb el pretext de que ens ho mereixem o el no hi ha cap mes remei.Sempre hi ha solucions si hi ha ganes de trobar-les.Malauradament si no s'hi fa res a curt termini,la desmotivació de la gent pot ser un problema que jugui al seu favor.Per això crec que urgeix fer-hi quelcom ja.El capitalisme i la globalització ens ha ben fotut iens té atrapats,s'ha d'obrir els ulls i no tolerar determinats comportaments dels governs que només tenen en compte els grans poders"rescats a la banca,rescats d'autopistes,etc..."
ResponderEliminarJo crec que un altre societat amb un sistema de valors clars i nobles,és possible.
Obi-Wan
"Debemos comprender cómo podemos combinar la inteligencia y la moralidad para crear un mundo en el que queramos vivir.Después de todo,una sociedad dirigida por personas bien podria saltar por los aires o acabar con todo el planeta.La inteligencia es valiosa pero,.Y esta perspectiva es tan válida en el plano personal como en el social."
ResponderEliminarAquest text està tret del llibre "La inteligencia reformulada/Howard Gardner".
Obi-wan
disculpeu,en el text anterior hi ha un error.
ResponderEliminar"Debemos comprender cómo podemos combinar la inteligencia y la moralidad para crear un mundo en el que queramos vivir.Después de todo,una sociedad dirigida por personas inteligentes bien podria saltar por los aires o acabar con todo el planeta.La inteligencia es valiosa pero,el carácter es más importante que el intelecto.Y esta perspectiva es tan válida en el plano personal como en el social.
Aquest text està tret del llibre "La inteligencia reformulada/Howard Gardner".
Obi-wan
Molt interessant la cita Sr. Obi-wan. Inteligencia versus Moralitat. Degraciadament en massa ocasions ens trobem que CAP de les dues es troba present en alguns discursos. Jo no vull qüestionar ideologies (almenys no en aquest bloc). Només reflexiono sobre les capacitats i les habilitats (que per sort sempre es poden millorar si un vol) d'alguns oradors.
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