17. Lo he visto en sus ojos
"¿Tiene alguna pregunta más para el acusado?", "Sí Señoría, sólo una más". Javier aclaró su voz, se levantó de su silla y se dirigió lentamente hacia el estrado donde el acusado esperaba esa última pregunta del fiscal. Javier llevaba casi dos décadas ejerciendo como fiscal. Mientras se aproximaba al acusado le vino a la mente una de las frases que pronunciaba constantemente uno de sus profesores en la Facultad de Derecho: "El acusado debe llegar a creer que sois capaces de leer sus pensamientos, que su mente es un libro abierto para vosotros, que será inútil intentar ocultar algo pues lo vais a descubrir siempre". Javier no pudo reprimir esa leve sonrisa que dibujaron sus labios al recordar las palabras del viejo profesor.
Se detuvo a escaso medio metro del acusado y dedicó unos segundos a observarlo en silencio. Después, sin previo aviso, le lanzó la pregunta: "¿Dónde se encontraba el día cinco de marzo entre las diez y las doce de la noche?" El acusado se removió en la silla y al cabo de unos segundos contestó: "Estaba en mi casa viendo la televisión". Javier permanecía inmóvil con la mirada clavada en el acusado. Silencio en la sala sólo interrumpido por alguna tos nerviosa procedente del público.
"Bueno, Señoría" exclamó Javier girándose y dirigiendo una mirada de satisfacción al juez, "voy a demostrar que el acusado es culpable del delito que se le imputa".
Mucha gente opina que Bandler y Grinder, los padres de la Programación Neurolingüística (PNL), no descubrieron muchas cosas y que se limitaron a ordenar y estructurar una base de conocimiento que ya existía previamente. Desde mi punto de vista eso es cierto. No obstante, hicieron algunas aportaciones propias originales que nos han facilitado mucho la vida a los que nos dedicamos a observar, escuchar y hablar con personas. Hoy os quiero comentar una de ellas en particular: Las claves de acceso ocular.
Todos nosotros almacenamos nuestras experiencias en forma de recuerdos y estos recuerdos pueden estar formados por imágenes, sonidos, olores, sabores o sensaciones corporales internas o externas (lo que se conoce como cinestesia). Bandler y Grinder descubrieron que cuando una persona recupera un recuerdo concreto o se imagina una situación ficticia accede a zonas distintas de su cerebro dependiendo de si esa experiencia está formada básicamente por imágenes, sonidos, etc.
Lo más interesante es que se dieron cuenta de que los ojos del individuo dirigirán su mirada a unas determinadas zonas en función de la naturaleza de ese pensamiento. Con ello elaboraron un diagrama muy sencillo de recordar y que nos ayuda a descubrir si esa persona está pensando en imágenes, sonidos o sensaciones corporales y si además son recordadas o creadas (inventadas, ficticias).
Por ejemplo, se dice que aproximadamente el 90% de la población dirige la mirada hacia arriba y a la izquierda para acceder a imágenes recordadas y hacia arriba y a la derecha para acceder a imágenes creadas. Dirigir la mirada horizontalmente y a la izquierda denota acceso a sonidos recordados y a la derecha creados. Si dirigimos la mirada hacia abajo y a la izquierda accedemos al diálogo interno (cuando nos decimos cosas a nosotros mismos). Finalmente, dirigir la mirada hacia abajo y a la derecha facilita el acceso y la recuperación de sensaciones corporales internas y externas (cinestesia).
Me pregunto que debió ver Javier en los ojos del acusado.
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Ara entenc perquè hi ha tanta gent que empra ulleres de sol: per por que els llegeixin la ment. El cert Jordi és que ens estàs facilitant molt informació i moltes eines. Gràcies!
ResponderEliminarAra ja entens això de "los ojos son el espejo del alma" no? Gràcies per mantenir-te tan a prop.
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