47. El Hábito de Sentirse Bien.


Nuestra vida está marcada por los hábitos. En otra ocasión ya escribí sobre el poder que éstos ejercen sobre nuestras vidas. Hoy quiero hablar sobre el hábito de sentirse bien. Sí, sí, sentirse bien puede convertirse en un (muy deseable) hábito. Como podéis imaginar el sentirse bien es un estado totalmente subjetivo. No necesitamos permiso de nadie (bueno sí, necesitamos darnos permiso a nosotros mismos) para sentirnos bien. Ya estoy oyendo voces que me dicen: "Sí claro. Eso es muy fácil de decir. Pero en la vida pueden suceder muchas cosas desagradables y dolorosas ante las que es imposible sentirse bien". Efectivamente. Pueden pasar cosas muy desagradables y muy dolorosas aunque si nos paramos a pensar, en la gran mayoría de ocasiones el hecho de que no nos sintamos bien no depende de esas cosas tan desagradables y tan dolorosas: Una discusión con la pareja, un tolerable dolor de espalda que ha aumentado en los últimos días, una decepción ante la falta de reconocimiento en el trabajo, una frustración ante nuestra incapacidad para resolver una tarea doméstica, la imposibilidad de ir de vacaciones este año debido a que nos continúan recortando el sueldo, la constatación de que nuestro aspecto físico no es le mismo que el de hace quince años... Efectivamente pueden pasar cosas muy dolorosas y muy desagradables pero afortunadamente no son tan frecuentes.
Entonces, ¿cómo se cultiva el hábito de sentirse bien?
A mi me gusta hablar del bienestar desde una perspectiva holística, integral. Bienestar físico, psíquico y espiritual. Será difícil sentirse completamente bien si no satisfacemos el bienestar en estos tres ámbitos.
Para lograr sentirse bien físicamente es necesario cuidar nuestro cuerpo. Practicar ejercicio de forma regular nos ayuda. Sentir como nuestra respiración se agita y nuestras pulsaciones se aceleran nos conecta de nuevo con nuestro cuerpo. El ejercicio físico hace que nuestro cerebro libere endorfinas y gracias a ellas experimentamos placer y bienestar. Otra buena idea para cuidar nuestro cuerpo es revisar nuestra dieta. El aire que respiramos y los alimentos que ingerimos son nuestros principales (y me atrevería a decir que únicos) puentes de unión con el mundo exterior. Si respiramos y comemos basura nos convertiremos en basura. Prestar atención a nuestra alimentación es una inversión muy rentable. Sobre este aspecto solo os puedo decir que en los últimos dos años yo he modificado mi dieta y el resultado ha sido simplemente...genial. No, no os voy a recomendar ninguna dieta. Eso es cosa vuestra. Experimentad y descubrid cual es vuestra mejor manera de comer. Y entonces convertidla en un hábito.
Respecto el bienestar psíquico, parece claro que si somos capaces de ejercer control sobre nuestros pensamientos y sobre el efecto que éstos causan en nosotros, vamos a ganar la partida del bienestar. Existen muchas maneras de entrenar nuestra mente. Yo os puedo hablar de lo beneficiosa que ha sido para mi la Programación Neurolingüística (PNL).  La PNL nos ayuda a intensificar el efecto de nuestras experiencias positivas y a atenuar el de las negativas. Nos ayuda también a re-encuadrar aquellas situaciones que nos producen malestar o sufrimiento, adquiriendo una perspectiva diferente y mucho mejor. Además, la PNL nos ayuda a gestionar mejor nuestras emociones y eso también produce bienestar.
Finalmente el bienestar espiritual lo encontraremos preguntándonos por el sentido de nuestras vidas, por nuestra pertenencia y  analizando nuestra jerarquía de valores y viviendo en sintonía con ellos. Para acceder al nivel espiritual podemos recurrir a la meditación o a la práctica de la atención plena (mindfulness) que nos ayudarán a desprendernos de lo prescindible, centrarnos en lo esencial y conectar con la parte más profunda (y desconocida) de nuestro ser.
¿Te apetece cultivar el hábito de sentirse bien? Bueno, pues ya tienes algunas ideas para empezar. Y recuerda: Lo mejor de los hábitos es que funcionan de manera automática, sin esfuerzo, fácilmente.
¿Te imaginas cómo debe ser la vida de las personas que cultivan este hábito? Yo sí.

6 comentarios:

  1. Gracias por este artículo, ¿Cuál aspecto recomendarías atender para salir de la zona de confort, el físico, el psíquico o el espiritual?

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    1. Hola Moisés y gracias por participar. Creo que las tres patas del trípode del bienestar deben andar juntas. Intuitivamente creo que tal vez es más fácil empezar por el plano físico aunque insisto en que solo se trata de una intuición. Lo más importante es que sepamos que todo ese trabajo personal que estamos desarrollando va a convertirse en un hábito y como tal no requerirá ningún esfuerzo consciente para mantenerse. Un saludo.

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  2. Les coses que ens passen tan positives com negatives ens afecten en la mesura q els nostres pensaments,les atribucions de aquests fets, generen una emoció "positiva " o negativa (o millor dit desagradable) no hi ha emocions negatives en la mesura en q totes són igualment necessàries.
    Jo decideixo doncs , a quina experiència li dono més pes i quina explicació li dono.
    També decideixo com vull menjar,respirar...
    Hipocrates va dir :"q el teu aliment sigui la teva medecina i la teva medecina el teu aliment "Queda tot dit

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  3. Totalment d'acord. I és precissament aquesta capacitat per decidir quin efecte volem que tinguin les coses sobre nosaltres (sobre el nostre cos, la nostra ment i el nostre esperit) la que hem d'aprendre a exercir. Som lliures de decidir...i també responsables de les nostres decisions. Gràcies Xell per participar amb el teu comentari.

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  4. jmbueno8:17

    Sentirse bien es el principio de alcanzar la felicidad.

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    1. Yo diría incluso que es el camino para alcanzar la felicidad. Bienvenido de nuevo jmbueno.

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