59. Hipnosis y Cambio. Más allá del cacareo sobre el escenario.



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"Vamos a hacer algo de hipnosis." Generalmente estas palabras son suficiente para provocar en la persona que tengo delante algún tipo de reacción. En ocasiones se limita a un ligero carraspeo o un discreto arqueado de cejas. Otras veces su respuesta es más llamativa: La cara se sonroja, la respiración se acelera, el cuerpo se tensa, los ojos se abren como platos y una vocecilla temblorosa balbucea : "¿¿Hip-nos-is...??"
Entonces me gusta mirar fijamente a la persona y ,tras unos segundos de silencio,esbozar mi mejor sonrisa y añadir: "Te va a encantar."

En los últimos meses he descubierto que la palabra hipnosis se asocia a un pintoresco imaginario popular: hombres adultos cacareando como gallinas sobre los escenarios, mujeres convertidas en seres inanimados desprovistos de voluntad que siguen la voz de su amo, jóvenes que dan bocados a cebollas mientras exclaman "¡Qué manzanas tan dulces!" ante las risas del público...definitivamente la palabra hipnosis no deja a nadie indiferente.

Pero, ¿qué es para mi la hipnosis? Simplemente comunicación. Un ingenioso sistema ideado para comunicarnos de forma eficaz con la mente inconsciente de las personas, amplificando nuestro mensaje.

 Y, ¿para qué sirve eso?  La programación neurolingüística (PNL) considera que cualquier proceso de cambio, de aprendizaje, de modificación de hábitos y de conductas debe contar con la participación activa de nuestra mente inconsciente. En caso contrario, el cambio será superficial, el aprendizaje costoso y la modificación de hábitos transitoria.

Pero la mente inconsciente tiene su propio idioma y además siempre está bajo vigilancia...de la mente consciente. 

Y entonces aparece la hipnosis y mata dos pájaros de un tiro: Mantiene "ocupada" a la mente consciente (que empieza a desatender sus tareas de vigilancia sobre su compañera)  a la vez que "mantiene una conversación" con la mente inconsciente. El efecto final sobre las personas es evidente y en ocasiones simplemente espectacular. 

Por eso me gusta la hipnosis y por eso cada día la uso más. 

Y tú, ¿qué idea tenías sobre la hipnosis antes de leer esta entrada?



6 comentarios:

  1. Escepticismo, desconfianza y miedo eran las sensaciones que me causaba esta palabra.
    De la mano de un buen profesional, dejas de visualizarlo como un teatro en estado puro.

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    1. Estoy de acuerdo contigo Rosi. Lo más sorprendente es lo natural que resulta la hipnosis cuando te das cuenta que ya la has experimentado tantas veces.

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  2. Inma9:08

    Desconocía la ayuda tan immensa que puede lograrse con ella, los resultados des del primer momento son increibles. Resolver lo que en años fue imposible con otras técnicas......sin palabras, y como dice Rosi, de la mano de un gran profesional. Gracias Jordi!

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    1. Gracias por tus comentarios Inma. La mayoría de veces lo más difícil es lidiar con los prejuicios que tienen algunas personas. Pero una vez resuelto este tema, todo es muy fácil.

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  3. Anónimo20:05

    Miedoooooooo, a que afloren cosas que desconozco de mi misma, pero como dice Rosi, si es un buen profesional el que hace uso de ella ( Guarinos), seguro que mi concepto varía. El esperpento de la hipnosis se convertiría en una técnica de ayuda. Gracias

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  4. Creo que el primer paso para aceptar la hipnosis sin reservas es entender que es un estado mental que experimentamos a diario: Un trayecto que hacemos en coche a diario, una película que nos absorbe, la lectura de una novela apasionante, la historia que nos cuenta nuestro amigo, un corto viaje en ascensor....

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