Sabía que acabaría sucediendo. Desconocía el cuándo y el dónde aunque sabía que era inevitable.
Sucedió mientras corría por los caminos que rodean mi ciudad, aprovechando la tranquilidad de las primeras horas de la mañana. Iba yo distraído contemplando las primeras hojas de vid de la temporada cuando una voz profunda resonó en mi cabeza. "Esta ciudad es demasiado pequeña para los dos. Vamos a tener que solucionarlo". Me paré de golpe, sobresaltado. Nadie a mi alrededor. Solo vid, olivos y algarrobos. "Tienes razón. Uno de los dos sobra aquí." Respondió una segunda voz atronadora.
Un momento, ¿quién anda ahí? Aunque al principio no supe identificar las voces, debo reconocer que me resultaban muy familiares. Silencio.
Reanudé la marcha un poco desconcertado. "Ha llegado el momento de dejar las cosas bien claras, ¿no te parece?". "Absolutamente de acuerdo."
Ahora caigo, esas voces...tan familiares.
Efectivamente, eran las voces de mi Mente y mi Ser y se estaban retando. Mente y Ser eran como dos cachorritos cuando los conocí (yo también era un cachorrito por aquel entonces). Con el paso de los años han ido creciendo, se han hecho mayores, cada vez más fuertes. Era fácil imaginar que algún día pelearían por imponer su criterio, sus normas, su ley. Esta ciudad (yo) se ha convertido en un lugar demasiado pequeño para ellos dos. Y ahora uno de los dos quiere convertirse en el amo de la ciudad.
Pero ¿quién son exactamente estos dos guerreros?
Mente es el pensamiento, lo lineal, la razón, el ordenador, la conciencia, la roca, la lógica, el individuo, la diferencia, lo material, el timón, el lenguaje, el sí o el no, aprender del pasado y planificar el futuro, la hipnosis y la PNL, Platón y Aristóteles, Occidente.
Entonces ¿quién es Ser?
Ser es la percepción, lo circular, la intuición, lo analógico, el agua, la experiencia del momento, el todo, lo contínuo, lo intangible, la vela, lo innombrable, el sí y el no, estar en el momento presente, la práctica del mindfulness y la meditación, Confucio y Lao-Tsé, Oriente.
Gracias a Mente soy capaz de motivarme, de mitigar mis miedos, de marcarme objetivos y de seguir mis sueños.
Gracias a Ser puedo contemplar una puesta de sol, oír el romper de las olas y darme cuenta de que no hay nada más allá de este preciso instante. Porque todo está incluído en es este preciso instante.
Esta ciudad se ha vuelto demasiado pequeña para los dos. El combate del siglo va a comenzar...
Em fa por.
ResponderEliminarPor???? Ja,ja! No m'ho puc creure!
EliminarI que tal si aprenen l'una de l'altre,es donen la mà i fan "neteja" totes dues juntes..???
ResponderEliminarnecessito als dos, la ment i el ser, per viure, per se jo. No puc prescindir de cap dels dos. Si guanya un sobre l'altre deixare de ser com soc. M'agrada millorar pero no vull perdre res del que he adquirit al llarg de la meva vida.
ResponderEliminarJo també crec que les dues formen part de nosaltres. No obstant podem triar veure/viure la vida a través d'una de les dues. Ja sé que el ideal és fer que les dues treballin sempre juntes però no estic segur que sigui sempre possible ja que en determinades ocasions la nostra decissió presa amb el Ser és totalment oposada a la que hauria pres Ment, i vice-versa. La teoría és molt maca (això de funcionar en perfecta comunió Ser i Ment) encara que no se si això es possible. Interessant debat.
ResponderEliminarHola. La teoría me la puedo leer e incluso aprender , pero... y la práctica?? cómo se hace?? cómo hacer que ese combate sea positivo para los combatientes??
ResponderEliminarUn abrazo
No lo sé. Yo lo que intento es que ninguno de los dos gane por goleada. Reconozco mi inclinación particular a hacer más caso de Mente. La PNL me ha enseñado a utilizarla mejor aunque eso no es suficiente. Creo que ahora debería centrarme en seguir más los consejos de Ser y "olvidarme" un poco de Mente. Suena complicado. Habrá que probarlo, no? De momento creo que la práctica de mindfulness y/o meditación puede ser de utilidad.
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